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El tiempo que no veía

«En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo''.  » — Lucas 12, 54-59
24 de octubre de 2025 por
Evangelio En Cuentos
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🕊️✝📖 El Evangelio de hoy

Primera Lectura: Romanos 7, 18-25 | Salmo: Salmo 118 (119), 66.68.76.77.93.94 — R. “Instrúyeme, Señor, en tus leyes.” Evangelio: Lucas 12, 54-59

«En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo''.  » — Lucas 12, 54-59

🪄 "El tiempo que no veía"

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Rubén tenía un taller mecánico en el centro.

Llevaba meses con el mismo mal humor, sintiendo que nada salía bien: los clientes se quejaban, los empleados llegaban tarde, su esposa le hablaba poco y su hijo apenas lo miraba.

Él pensaba que la culpa era de todos menos suya.

Una tarde, mientras reparaba un auto, un joven aprendiz le dijo:

—Don Rubén, ¿por qué siempre está enojado?

No hubo mala intención, solo curiosidad. Pero la pregunta le cayó como martillo.

Esa noche no pudo dormir. Recordó las palabras del Evangelio que su esposa solía escuchar en la radio:

“¿Cómo no saben reconocer el tiempo presente?”

Y por primera vez pensó que tal vez él estaba ciego al tiempo que vivía.

No al reloj, sino al corazón.

A la mañana siguiente, mientras el sol entraba por la puerta del taller, se sentó frente al carro sin terminar y murmuró:

—Señor, si algo tengo que cambiar, enséñame cómo.

Recordó a San Pablo: “Quiero hacer el bien, pero no puedo…”

Y entendió que su batalla no era con el mundo, sino con su propio orgullo.

Empezó con pequeños gestos: saludó con calma, agradeció al aprendiz, volvió a almorzar con su esposa, le habló con cariño a su hijo.

Nada espectacular, pero todo distinto.

Una tarde, su hijo se acercó al taller y le dijo:

—Papá, ya se siente diferente aquí.

Rubén sonrió. No sabía si era el taller o él mismo. Tal vez ambos.

Miró el cielo, con nubes que anunciaban lluvia, y pensó:

“Por fin estoy aprendiendo a leer el clima del alma.”

🌱 Lección

No siempre podemos cambiar el mundo, pero sí podemos reconocer el momento en que Dios nos invita a cambiar el corazón.

💡 Consejo

Hoy, detente un minuto y observa tu “tiempo interior”. Pregunta al Señor: “¿Qué nube me está avisando que debo cambiar?” Escuchar esa voz puede salvar tu día.

📝 Resumen

Pablo confiesa la lucha interior entre el bien que desea y el mal que lo arrastra, pero reconoce que la gracia de Cristo lo libera. El salmo pide sabiduría y guía en las leyes divinas. Jesús, en el Evangelio, reprocha la ceguera espiritual de quienes interpretan el clima, pero no los signos de Dios.

Las lecturas de hoy nos invitan a despertar del piloto automático y discernir con humildad el tiempo que estamos viviendo: Dios sigue hablando, pero a veces el ruido interior no nos deja escucharlo.


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