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El secreto del cofre

Lucas 9, 43b‑45 «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.” Pero ellos no entendían estas palabras; les resultaba tan oscuro su sentido, y tenían miedo de preguntarle sobre aquello.»
27 de septiembre de 2025 por
Evangelio En Cuentos
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🕊️✝📖 «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.” Pero ellos no entendían estas palabras; les resultaba tan oscuro su sentido, y tenían miedo de preguntarle sobre aquello.»  

— Lucas 9, 43b‑45

🪄 "El secreto del cofre"

En el pequeño pueblo de Valleclaro vivía Sofía, una niña curiosa y paciente. Un día encontró un cofre cerrado bajo un árbol viejo. En la tapa estaba inscrita la frase: “Se revelará cuando valoren el contenido”.

Sofía corrió con su hermano pequeño, Martín, y juntos trataron de abrirlo: empujaban, tiraban, golpeaban… nada. Se impacientaron. Martín quería romperlo, pero Sofía pidió calma. Decidieron esperar y buscar pistas: encontraron dentro del jardín del árbol pequeñas inscripciones, símbolos de luz y palabras como “confianza”, “esperanza”, “sacrificio”.

Cada día regresaban, leían las pistas y buscaban comprender. Con el tiempo, vieron que el cofre tenía un mecanismo aceptado sólo cuando entendieran que lo que guardaba adentro era algo valioso que no debía ser forzado: los números de una clave requerían que cada uno dejara sus miedos, dudas y egoísmos a un lado.

Finalmente, trabajando juntos, con humildad y fe, lograron introducir la clave y abrir el cofre. Su contenido no era oro ni joyas: era un pergamino con un mensaje de amor eterno, “Valor y entrega”, que les enseñó que para recibir lo mejor, primero deben trasformarse interiormente.

🌱Lección

A veces Dios nos revela su plan en etapas: no siempre lo entendemos al instante. Jesús, al anunciar su entrega, habla con un lenguaje que sus discípulos no captan de inmediato. Él nos acompaña en esa “capacidad de espera” y transformación interior para que comprendamos más tarde.

💡Consejo práctico

Oración de entrega: cada noche, agradece lo vivido y ofrecer lo que aún no comprendo al Señor.

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