🕊️✝📖 El Evangelio de hoy
Primera Lectura: Romanos 6, 19-23 | Salmo: Salmo 1, 1-2.3-4.6 — R. “Dichoso el hombre que confía en el Señor.” | Evangelio: Lucas 12, 49-53
«En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra''. » — Lucas 12, 49-53

🪄 "El fuego en el corazón"
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Lucía trabajaba como maestra en una secundaria pública. Amaba enseñar, pero los últimos meses habían sido un desafío: discusiones entre colegas, falta de recursos, y estudiantes que llegaban con más heridas que cuadernos.
Una mañana, al entrar al aula, encontró el pizarrón rayado con la frase: “Nada importa”.
Leyó la frase en silencio y se sintió derrotada, al fin y al cabo así era como ella se sentía y decidió dejarla allí sin hacer el esfuerzo por borrarla.
“Tal vez ya no vale la pena insistir”, pensó.
Esa misma tarde, en la misa, escuchó el Evangelio: “He venido a traer fuego a la tierra.”
Esa frase le ardió por dentro.
Recordó a Pablo diciendo que el pecado lleva a la muerte… y entendió que el fuego del que hablaba Jesús no era destrucción, sino vida que no se conforma con la oscuridad.
Al día siguiente, regresó al aula. En lugar de regañar, escribió en el mismo pizarrón:
“Nada importa… hasta que tú decides que sí.”
Sus alumnos la miraron sorprendidos. Uno de ellos, callado y solitario, se acercó al final de la clase y dijo:
—Profe… me gustó eso.
Lucía sonrió. Por primera vez en semanas sintió que el fuego volvía a encenderse.
Esa noche, mientras corregía tareas, oró en silencio:
—Señor, si he de arder, que sea en tu luz.
Comprendió que el Reino no se construye con neutralidad, sino con pasión que incomoda, con fe que divide antes de unir, con amor que purifica.
Y aunque el cansancio siguió, su corazón volvió a latir distinto: no con miedo, sino con fuego.
🌱 Lección
El fuego de Cristo no destruye, transforma. Quema la indiferencia para dar lugar a la pasión del amor.
💡 Consejo
Hoy, enciende un fuego pequeño: una palabra valiente, un acto de bondad donde otros callan. No temas incomodar si lo haces por amor.
📝 Resumen
San Pablo enseña que el pecado conduce a la muerte, pero el don de Dios es vida eterna. El Salmo proclama la dicha del que confía en el Señor. Jesús declara que vino a traer fuego, un fuego que purifica y despierta corazones.
El mensaje de hoy nos invita a encender dentro de nosotros ese fuego que no destruye, sino que da sentido: la pasión de vivir con propósito y fe.