🕊️✝📖 El Evangelio de hoy
Primera Lectura: Nehemías 2, 1-8 | Salmo: Salmo 136, 1-2.3.4-5.6 (R. “Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti”) | Evangelio: Lucas 9, 57-62
«En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: ‘Te seguiré adondequiera que vayas’. Jesús le respondió: ‘Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza’. A otro le dijo: ‘Sígueme’. Él respondió: ‘Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre’. Le replicó Jesús: ‘Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el Reino de Dios’. Otro le dijo: ‘Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia’. Jesús le contestó: ‘El que empuña el arado y mira hacia atrás no sirve para el Reino de Dios’.» — Lucas 9, 57-62

🪄 "El arado del seguimiento"
Antes de seguir descrubre qué es Evangelio en Cuentos aquí
En un pueblo agrícola, vivía Sara, una joven con ilusión de cambiar su comunidad. Había visto cómo muchos soñaban con idealismos, pero pocos actuaban con constancia.
Una mañana, mientras caminaba por el camino de los campos, vio a un hombre que araba la tierra. Curiosa, se acercó y él, sin mirarla, siguió trabajando. Ella se animó y dijo:
—Quiero acompañarte; quiero ver el mundo que moldeas con ese surco.
El hombre alzó la vista suavemente:
—Querida amiga, el surco exige entrega. No basta mirarlo, hay que estar con el arado.
Ese instante, Sara pensó en muchas promesas que había escuchado: “Sígueme”, “ve y anuncia”, “no mires hacia atrás”. Eran palabras hermosas, pero pesadas. Recordó a Jesús caminando con sus discípulos, provocando reacciones audaces.
Sara preguntó:
—¿Y si he de despedirme de lo mío para seguir?
El hombre apoyó la mano en el arado y respondió:
—Si mi corazón mira atrás, vacilo. El Reino exige decisión, dolor y fidelidad.
Sara volvió a su casa con el corazón agitado. Esa noche no pudo dormir: pensaba en su familia, sus responsabilidades, sus miedos. ¿Podía hacer ese compromiso tan radical?
Al amanecer, con el alba en los campos, volvió al arado. Con su propia mano tomó la herramienta y empezó a trazar su surco junto al hombre. Sabía que no sería fácil, que habría días de fatiga, de dudas, de arrepentimientos. Pero también sabía que el Reino no se construye desde la comodidad.
Y mientras el surco comenzaba, en su corazón crecía una luz: que aquel camino de entrega, de firmeza, estaba llamado a ser su verdadero seguimiento.
📝 Resumen
Este pasaje del Evangelio invita a una decisión radical: acompañar a Jesús sin excusas ni retrocesos. Quien dice seguirlo debe estar dispuesto a renunciar, a anunciar, a no mirar atrás. En Nehemías 2 vemos la valentía de alguien que emprende reconstruir desde la fe. Y el Salmo nos recuerda que en la nostalgia y el exilio no olvidamos al Señor. Juntas, las lecturas nos llaman hoy a pedir coraje para arar nuestro propio camino con Jesús, sostenidos por su fortaleza.
🌱 Lección
Seguir a Jesús exige dejar seguridades, pues quien mira atrás no se compromete al Reino.
💡 Consejo práctico
Hoy, elige una carga que cargas con temor (un hábito, un resentimiento, un proyecto sin empezar) y tráela ante Dios. Decide dar el primer paso hacia liberación, asumiendo el arado sin mirar atrás.